Mujer e Igualdad

La igualdad entre hombres y mujeres sigue siendo, incluso en Europa, una aspiración, una promesa todavía por realizar. Debemos valorar todo lo que se ha conseguido hasta ahora, pero sin que nos sirva para conformarnos, para olvidar lo que todavía no funciona.

 

Aunque pocas veces se muestre ya a cara descubierta, el machismo sigue presente en nuestras sociedades. Su manifestación más brutal, la violencia de género, es una tragedia cotidiana que no terminamos de resolver. Las mafias dedicadas a la trata de seres humanos siguen traficando con mujeres, de Europa o de otros continentes.

 

 

Por suerte, cada vez más mujeres alzan la voz contra los abusos, y descubren que detrás de ellas se levanta una multitud. La mejor noticia es que no sólo ocurre en Europa, sino también en los países en desarrollo. Trabajo en el Parlamento Europeo, pero la igualdad exige que se la defienda en todo el mundo.

 

Y no olvidemos que en la Unión Europea todavía hay mucho que hacer. La brecha salarial entre hombres y mujeres no termina de cerrarse; faltan mujeres en los consejos de dirección de las empresas; el reparto entre hombres y mujeres de los permisos de paternidad-maternidad; y muchos otros asuntos.

 


La igualdad efectiva entre hombres y mujeres cambiará el mundo a mejor. Abrirá nuevos caminos de desarrollo y prosperidad, mejorará la educación y la salud de todos (no sólo de las mujeres), incorporará nuevo talento a la ciencia, a las empresas, a la cultura. Por esto es por lo que trabajamos en la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género.

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