Desarrollo

Trabajo en la Comisión de Desarrollo para que un día no sea necesaria, para que deje de haber países en vías de desarrollo. Es más que cooperación: se trata de crear las condiciones para un crecimiento justo en los países pobres que reduzca la desigualdad en el mundo.

 

La idea que ilumina la construcción europea es que no hay personas de primera y de segunda, y que todos los nacidos en nuestro continente merecen las mismas oportunidades. ¿Cómo no extender este principio más allá de nuestras fronteras? La lógica de Europa es la lógica de la igualdad y de los derechos. Por eso Europa es, antes que nada, un ideal.

 

 

Pero no es sólo cuestión de principios. El desarrollo de todos los países es uno de nuestros principales intereses. Si erradicamos la pobreza del mundo, descubriremos de pronto que estamos más seguros, que los terroristas lo tendrán más difícil para captar a los jóvenes, que los gobiernos tendrán más medios para combatirlos.

 

También conseguiremos flujos más ordenados de inmigración: nadie deja su país por gusto, lo hacen cuando no tienen más remedio. Si tienen oportunidades cerca de casa, no arriesgarán sus vidas para llegar a Europa. Además, el crecimiento de los países en desarrollo abrirá nuevas oportunidades comerciales a nuestras empresas, que podrán crear más empleo.

 

Parte de nuestro trabajo consiste en dialogar con los países en desarrollo, y siempre tenemos en mente el respeto a los derechos humanos. Al fin y al cabo, el verdadero desarrollo no es sólo una cuestión de dinero, también de libertades. Nuestra comisión tiene un cometido crucial en la aportación de Europa a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 de la ONU.

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