«Nuestro hijo no murió. Nuestro hijo fue asesinado»

03 May «Nuestro hijo no murió. Nuestro hijo fue asesinado»

Pocas veces una presentación de un libro se torna tan emotiva. Los venezolanos presentes en la sede del Parlamento Europeo en Madrid, lloraban por los 158 muertos de las manifestaciones contra la injusticia y represión del régimen de Maduro del año pasado, aunque también por su país, que ven como cada día tiene un pasado más oscuro y un futuro aún sin luces. En un durísimo libro, la periodista y escritora Carleth Morales Senges ha dejado constancia de los hechos, de las vidas perdidas y de la total perpetuación de la impunidad que reina en Venezuela. Así, en “26 crímenes y una crónica: Quién mató a la resistencia en Venezuela”, relata las historias, ordenadas cronológicamente, de algunos de los tristemente protagonistas de las protestas de 2017. La escritora estuvo acompañada por los familiares de algunos de los 26 fallecidos así como por la eurodiputada española, Beatriz Becerra, que también es vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.

Para Becerra, que abrió el panel, “la voz hoy la tienen quienes me acompañan en la mesa. Víctimas que hoy recordamos con consternación y dolor y con espíritu reivindicativo”. En opinión de la eurodiputada “el libro de Carleth es una narración precisa y rigurosa sobre todos los sucesos en Venezuela, de ese punto de no retorno, aquel 1 de abril”. Becerra hizo hincapié en que parece que las protestas en Venezuela en las que tantos murieron fueron hace mucho tiempo, “pero no, fueron ayer, hace un año cuando los venezolanos salieron masivamente a la calle cada día, prácticamente a diario durante cuatro meses a pesar de ese nivel de acoso, de represión”. La eurodiputada dejó claro que el resultado de lo que ocurrió a aquellos que valientemente salieron a defender su país y su libertad fue que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es “la encarnación del fracaso. No sólo un dictador o un totalitario, pues alguien que dispara a la cabeza de sus ciudadanos, es un fracaso”. Por último, Becerra remarcó que no debemos olvidar a las víctimas, que no son simples expedientes y hay que honrar su memoria, su dignidad y que haya justicia.

Ver artículo completo en La Razón