06 Feb La mutilación genital femenina y el movimiento #MeToo
Artículo publicado en ABC el 06/02/2018
El movimiento #MeToo ha dado un gran impulso a las reivindicaciones de igualdad entre hombres y mujeres y a la denuncia de males como el acoso o los abusos sexuales, lacras silenciadas y ocultas en buena medida. Es saludable, es justo y es necesario. Y me gustaría que se extendiera a todas las formas en las que las mujeres sufren diversas formas de violencia tanto en Occidente como en el resto del mundo.
En este sentido, echo de menos algo más de intensidad por parte del feminismo oficial (es decir, el de izquierdas) en la denuncia de prácticas como la mutilación genital femenina (MGF), cuya erradicación debemos reclamar siempre y en especial hoy, día internacional de la causa. Al beber intelectualmente de los estudios identitarios y del relativismo posmoderno, se aprecia un preocupante reparo de este feminismo tradicional a la hora de afrontar una realidad localizada en un grupo muy concreto de culturas. Algunos siguen sin apreciar hasta qué punto es reaccionario que la implicación en la lucha contra un mal pueda depender de lo arraigado que esté en ciertas tradiciones, en este caso en la de algunos países de mayoría musulmana (veintiocho de ellos en África, más alguno en Oriente Medio y el sudeste asiático).