Un poco de levadura fermenta toda la masa

22 Nov Un poco de levadura fermenta toda la masa

El pan es el alimento primordial, universal, lo que nutre y sustenta. No hay olor tan apetitoso y reconfortante como el del pan recién hecho. Negar a alguien el pan y la sal es tanto como negarle la misma existencia.

El pan es, también, un metasímbolo de la sociedad. El pan y circo de Juvenal. O pan y toros, o fútbol. Pan blanco, de harina refinada, para las clases altas. Pan negro para los pobres. No en vano una de las variables económicas que marcan el IPC y con las que se revisan los salarios es el precio del pan…

Pero, excepción hecha del ácimo pascual judío, para que la masa de harina crezca y se convierta en pan hace falta levadura. Un panadero necesita entre un 0,5 y un 4% de levadura para fermentar la masa. Puede utilizar levadura prensada, artificial, pero el pan natural, el de más sabor y más larga duración, el de miga más compacta y fuerte, es el que se elabora con masa madre: una levadura que no se hace ni se fabrica, sino que, de manera natural, está presente en el ambiente y, en interacción con el cereal, con la humedad y temperatura correctas, produce la fermentación y hace que la masa del pan se hinche, aumentando de volumen.

En España, durante muchos años, los ciudadanos nos hemos acostumbrado a saciar nuestra hambre política con un pan ácimo, insulso, plano, de pasión pascual permanente. Un pan amazacotado, que nos hemos ido tragando puntualmente porque nos habían dicho que era el único que había. Unas veces, los Panaderos de turno inflaban con aire las barras de pan para que pareciesen más grandes, como Khrushchev. Otras, al más puro estilo María Antonieta, a quienes se quejaban les espetaban sin miramientos: “¡Que coman pasteles!”.

Pero, cuando se dieron las circunstancias adecuadas, la levadura natural se puso en marcha. Y ese pequeñísimo porcentaje (creciente, tozudo) ha ido produciendo un proceso imparable de fermentación que ha cambiado el olor y el sabor del pan de la política.  Ha despertado el hambre en quienes se creían saciados. Y ha hecho que cada vez más personas recuperen la capacidad de apreciar el valor de sentidos hasta ahora olvidados, incluido el sentido común.

Este pasado domingo, hemos asistido al horneado de un magnífico pan natural al 4,7% de levadura, amasado con entusiasmo, confianza y determinación por 1.140.000 panaderos. Un pan distinto, hecho con la harina de la igualdad y el agua de la libertad. Un pan fragante de cinco cereales UPyD listo para que todos los ciudadanos de este bendito país maltratado lo saboreen y validen o reprueben en los próximos cuatro años.

¿A qué esperas para probarlo?

* Hoy se cumplen dos años del I Congreso de UPyD. Hoy UPyD está en el Congreso Nacional con 5 Diputados. Un poco de levadura fermenta toda la masa.