15 Jul UPyD sobre la elección de Juncker como presidente de la Comisión
Este martes 15 de julio el Parlamento Europeo ha elegido como 12º Presidente de la Comisión a Jean-Claude Juncker, el “Spitzenkandidat (una suerte de cabeza de lista)” del Partido Popular Europeo, el grupo ganador de los comicios del 25 de mayo.
Este proceso marca el inicio de una importante andadura para todas la Unión Europea en general y para la Comisión en particular, que deberán afrontar importantes retos en los próximos años ante el auge cada vez mayor del euroescepticismo.
Luces y sombras de las propuestas de Juncker
La propuesta de Juncker ante el Parlamento Europeo no es sino el primer paso en un largo proceso que incluye el escrutinio y la comparecencia de todos y cada uno de los candidatos al Colegio de Comisarios por sus respectivas Comisiones Permanentes, así como ante el propio Parlamento, que deberá darles luz verde. Además, será a finales de año cuando tendrá que presentar de nuevo ante el Pleno del Parlamento un programa de gobierno que también tendrá que ser validado por la cámara.
UPyD cree que la agenda al Parlamento Europeo presentada esta mañana por Juncker contiene importantes avances en la definición de una política europea más integrada y también avances en política social, fiscal, energética e industrial, incluyendo muchas de los compromisos que esta formación le pedía que hiciera suyos. Sin embargo, los progresos anunciados por el ex primer ministro de Luxemburgo son insuficientes porque su discurso contiene algunas lagunas y concesiones al euroescepticismo.
Aspectos positivos
UPyD celebra su intención de presentar, dentro de los tres primeros meses de su mandato y en el contexto de la revisión de la Estrategia Europa 2020, un ambicioso Paquete de empleo, crecimiento e inversión, con el objetivo de movilizar hasta 300.000 millones de euros de inversión pública y privada adicional en la economía real en los tres próximos años. Juncker también recoge la necesidad de reformar y reorganizar la política energética de Europa, aumentando la diversificación nuestras fuentes de energía y reduciendo la elevada dependencia energética de los Estados miembros y reorientarse con gran rapidez hacia otros canales de suministro.
Especialmente positiva fue su referecia a François Mitterrand y su célebre cita “Le nationalisme, c’est la guerre! (¡El nacionalismo es la guerra!)”, contestada con abucheos por un buen número de diputados euroescépticos; similares a los que obtuvo ante su firme defensa del Euro. Juncker ha presentado la moneda única como una garantía de la “defensa de Europa”, y se ha mostrado orgulloso de ella.
Aspectos negativos
Juncker sin embargo no anunció ningún compromiso para mutualizar la deuda pública y conseguir un reparto más equitativo de sus efectos, injustamente negativos para los países del sur de Europa. Este silencio del luxemburgués en una cuestión tan relevante apunta a una continuidad muy desaconsejable en la política de recortes y austeridad que ha dominado hasta ahora las decisiones del Consejo Europeo, con un alto coste social y económico para España y también para la cohesión del proyecto de la UE.
UPyD también rechaza que Juncker acepte las reservas euroescépticas a la libre circulación de trabajadores por la UE, hablando incluso de evitar o impedir el ‘dumping social’, un fenómeno imaginario que la propia Unión ha probado ser falso. El futuro Presidente de la Comisión acepta sin reservas una Europa a varias velocidades, es decir, una Unión a la carta, lo que solo puede representar nuevos obstáculos a la integración de Europa en sentido federal que defiende UPyD
Libertad de voto en UPyD
Francisco Sosa Wagner y Fernando Maura han votado a favor de la designación de Jean-Claude Juncker, mientras que Maite Pagazaurtundúa y Beatriz Becerra se han abstenido.
Sosa Wagner, que ha afirmado que la eurocámara no va a estar dividida entre izquierda y derecha sino “entre europeos y antieuropeos”, ha afirmado que su apoyo a Juncker se ha basado en que “ha aceptado los principios del grupo político en el que estamos adscritos, el grupo ALDE, y al mismo tiempo ha aceptado compromisos de UPyD”. “A ello se añade que ha tenido una posición absolutamente clara sobre el pleito secesionista catalán”, afirma Sosa Wagner. “Ha dicho claramente que esto se regularán con los sistemas constitucionales existentes”.
Fernando Maura no considera que “vaya a existir debilidad” dentro de la delegación de UPyD tras el voto “porque en el funcionamiento de la cámara vamos a tener cada cual nuestra área de responsabilidad y estaremos todos en ALDE coordinándonos con otros compañeros del grupo y trabajando por el mismo proyecto”.
Maite Pagazaurtundúa considera que UPyD “es una verdadera escuela de democracia interna y este voto lo ha demostrado”. Pagazaurtundúa califica la situación de “delicada” por la irrupción de fuerzas populistas, y considera que precisamente por esa ausencia de “blanco o negro” muchos eurodiputados españoles no han votado igual que su grupo parlamentario. “Nosotras [en referencia a Beatriz Becerra y a ella misma], coincidiendo con la dirección del partido, consideramos que había elementos de fondo para no respaldarle”.
Beatriz Becerra afirma que para UPyD “la libertad de voto es innegociable”. “En UPyD no hay imperativo de voto”, afirma, no sin añadir que “todo el trabajo de la preparación del voto, la elaboración de propuestas y la incorporación de condiciones las hemos desarrollado de manera expresa, muy responsable y determinada”. “Valoro muchísimo el avance que se ha producido», dice, «pero, en consideración a nuestro programa, no podía respaldar las concesiones expresas al euroescepticismo en relación a la libre circulación y la Europa de distintas velocidades».