13 May Hablemos a los jóvenes europeos
Artículo publicado el lunes 13/05/2019 en el diario francés L’Opinion. A continuación, el texto en castellano. Para leer el original en francés, puedes hacer click aquí.
Los jóvenes británicos que no votaron en junio de 2016 decantaron la balanza a favor del brexit, el acontecimiento que ha removido los cimientos de Europa. Desde Europa, temo que no hemos sabido llegar a ellos, explicarles bien lo que supone el proyecto europeo y hacerlo atractivo.
Se han impulsado medidas como la garantía juvenil, por supuesto. Existe una Estrategia de la UE para la Juventud, con once metas. No quiero decir, por tanto, que no se haya hecho nada. Pero dados los índices de participación de los jóvenes en las elecciones europeas, creo que todos estaremos de acuerdo en que no ha sido suficiente. O tal vez no se ha hecho de la manera adecuada.
Cuando pensamos en lo que preocupa a los jóvenes solemos hablar de educación y de empleo, dos materias que, a día de hoy, están principalmente en manos de los Estados Miembros. Por algún motivo, excluimos cuestiones de seguridad, defensa o lucha contra la desinformación como si no fuera con ellos, por poner algunos ejemplos. No mencionamos las pensiones como si no les preocupara su futuro (o el de sus padres y abuelos). En términos generales, yo creo que a los jóvenes les interesan más o menos las mismas cosas que a los mayores, aunque puede que sus prioridades difieran. Por ejemplo, están más preocupados por el cambio climático, algo sobre lo que poco pueden los Estados y cuya solución sólo puede liderar la Unión Europea.
Siempre se ha dicho que lo que motivó a nuestros mayores a crear este magnífico proyecto político no interesa a los jóvenes de hoy. Se dice que ellos dan la paz en Europa por descontada, que son ajenos al trauma de las guerras mundiales, que para ellos el muro de Berlín es sólo una atracción turística. Me parece falso. El tiempo pasa y la mayoría de los líderes, representantes y votantes de hoy no vivieron o no pueden apenas recordar la posguerra mundial. Pero saben lo que fue. Los jóvenes también.
Incluso si dan la paz por descontada, deberíamos explicarles que eso es un error, que nunca hay que tomar el progreso como algo irreversible. Ahora que el nacionalismo ha salido de la tumba en la que yacía, deben saber lo que hay en juego. Ser joven no significa ser ingenuo. Creo que debemos dirigirnos a ellos como ciudadanos conscientes y responsables, explicarles por qué la historia importa y lo que hay de viejo en algunas ideas que se presentan como nuevas.
Algunos de los jóvenes más brillantes y preparados de la Unión son europeístas convencidos. Hay incluso iniciativas políticas como Volt, un partido transnacional que espera conseguir representación en el Parlamento Europeo defendiendo los valores liberales en los que se asientan las instituciones. Sus fundadores son jóvenes y algunos de ellos se conocieron en Erasmus, una de las iniciativas europeas más valoradas y más útiles. Quien viaja en su juventud a otro país de la Unión, es más probable que sea después un defensor de Europa. Sería muy interesante ampliar y extender el proyecto Erasmus, lograr que más jóvenes (en especial los que tienen menos recursos y los que no acceden a la Universidad) puedan vivir esta experiencia. A ellos les cambiará la vida y servirá para garantizar el futuro de la Unión Europea.
Beatriz Becerra es vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Es autora de Eres liberal y no lo sabes (Deusto).
Original en francés publicado en L’Opinion