12 Dic Cuba, Sánchez y los Derechos Humanos
Artículo publicado en El Mundo el 12/12/2018
El premio Sájarov ha recaído tres veces en disidentes cubanos: en 2002 fue premiado Oswaldo Payá, fallecido en el año 2012 en circunstancias que no se han aclarado; las Damas de Blanco fueron distinguidas en 2005; y Guillermo Fariñas lo recibió en 2010. Siempre digo que el Sájarov es más que un premio. Es una herramienta de activismo político que debe servir para reforzar a los luchadores por la libertad y la democracia. Pero, para que así sea, es necesario el compromiso de las autoridades europeas y de los gobiernos nacionales. Recordemos que el Sájarov lo concedemos los representantes de 500 millones de ciudadanos europeos, por lo que honrarlo debería ser un deber de la máxima importancia para los gobernantes. Un deber que Sánchez ha ignorado, igual que ha ignorado la más reciente resolución de la Eurocámara acerca de los Derechos Humanos en Cuba.
El pasado 25 de noviembre la policía cubana arrestó a la líder opositora Berta Soler y a varias decenas de miembros de las Damas de Blanco, la organización que lidera. Tristemente, el hecho en sí no es una novedad. Lo que lo hacía especialmente significativo era que las detenciones se produjeran menos de 48 horas después de que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, abandonara Cuba después de una visita oficial, la primera en tres décadas. Tras reunirse con el presidente cubano, Díaz Canel, Sánchez había comparecido para informar de los temas tratados, entre los que mencionó los Derechos Humanos. La detención de Soler demostró la nula voluntad del régimen de avanzar en este sentido y dejó al descubierto el cinismo del Gobierno español.