40 años de Constitución española: se necesitan cambios

10 Dic 40 años de Constitución española: se necesitan cambios

Díptico sobre los 40 años de la Constitución Europea

Beatriz Becerra Basterrechea es diputada independiente en el Parlamento Europeo

Euronews: ¿Cree usted que la Constitución española ha respondido a las expectativas de quienes la crearon y de los españoles que la validaron en un referéndum celebrado hace 40 años?

Beatriz Becerra Basterrechea: Sin duda, la Constitución ha superado todas las expectativas. Desde todo punto de vista, España es hoy un país más próspero, más democrático, más europeo y más pluralista que hace 40 años. Según una encuesta publicada esta semana, sólo el 8% de los españoles tienen una opinión desfavorable de la Constitución. Ese es su éxito; ha logrado un consenso sobre su validez, sobre su utilidad como base para abordar nuestras discrepancias y diferencias, aceptando un marco de coexistencia común.

Actualizarla no es incompatible con futuras reformas, lo que nos permitiría desarrollar un Estado más igualitario y eficiente. Pero esta reforma siempre debe surgir del acuerdo entre constitucionalistas que mantienen lo primordial y nunca como una reacción a quienes quieren destruir nuestro orden constitucional.

Euronews: Y ahora, 40 años después, ¿la Constitución sigue siendo relevante para la situación actual de su país; las tensiones relacionadas con el movimiento independentista catalán y el lugar de España en la Unión Europea?

BBB: El problema catalán no tiene nada que ver con la validez de la Constitución. El desafío secesionista es sólo un ejemplo más del populismo nacionalista que está arrasando Europa.

Para responder a la amenaza que supone el separatismo, que pone en peligro nuestra coexistencia y nuestra democracia, es necesaria una Constitución fuerte.

El nacionalismo no debe dividirnos. A través de esta Constitución, Cataluña ha disfrutado de unos niveles muy altos de descentralización. Esta Constitución garantiza todos los derechos que reclaman los nacionalistas, como el derecho a utilizar la lengua catalana. Tanto es así que los distintos gobiernos autonómicos de Cataluña han impuesto la lengua en la educación y la administración, discriminando a los hispanohablantes.

El año pasado, un estudio realizado por académicos de la Universidad de Oxford indicaba que España es el segundo país más descentralizado del mundo después de Alemania. Pero los nacionalistas no quieren más autogobierno, quieren la secesión para crear una Cataluña homogeneizada y monolingüe, separada de Europa y del resto de España. De acuerdo con esta Constitución, todos encajamos, no solo los que se sienten catalanes, sino los que quieren decidir de una vez por todas vivir en igualdad de condiciones con todos los españoles.

En cuanto a Europa, el resultado es incuestionable. Esta Constitución hizo posible que España entrara a formar parte de la UE. Y gracias a esta Constitución y al asombroso cambio democrático que impulsó, España se ha convertido en un socio destacado de la Unión: el Estado miembro más proeuropeo de la actualidad.

Euronews: ¿Cree que se deberían hacer cambios en la Constitución española y, en caso afirmativo, cuáles deberían ser?

BBB: Después de 40 años, deberíamos considerar seriamente, sin sectarismos y de forma equilibrada la actualización de nuestra Constitución para hacer frente a los retos actuales y corregir las deficiencias que ha demostrado.

En mi opinión, es necesario acabar con el modelo territorial actual; hacer un Estado más igualitario, poniendo fin a las discriminaciones y desigualdades existentes entre las Comunidades Autónomas. El Senado debería ser abolido o convertido en una cámara que represente verdaderamente a estas comunidades.

También es una oportunidad para avanzar en la secularización del Estado, despolitizar el sistema judicial para hacerlo más independiente de los partidos políticos y acabar con la discriminación por razón de sexo en la línea de sucesión a la Corona.

Y, por supuesto, también es una oportunidad para incorporar un carácter más europeo, traduciendo el proyecto europeo en la Constitución.

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