29 Nov El secretismo sobre los implantes en Europa solo puede tener efectos negativos
Artículo publicado en El Confidencial el 28/11/2018
Hace ya casi cuatro años que me reuní en Córdoba con un grupo de mujeres afectadas por el anticonceptivo Essure, un dispositivo que ha ocasionado problemas —en algunos casos, muy graves— a miles de mujeres en todo el mundo. Unos meses antes, la conocida abogada y activista Erin Brockovich había comenzado a recoger testimonios y a dar a conocer los efectos secundarios que tenía Essure en demasiadas ocasiones.
Este caso me puso en contacto con una realidad mucho más cruda de lo que habría imaginado. Las afectadas por Essure en España empezaban a organizarse para hacer oír su voz, pero la suya era una lucha desigual y compleja. Ellas pedían dos cosas: que dejara de comercializarse el anticonceptivo y que se creara un protocolo para su extracción segura. Muchas de las mujeres que se sometieron a la retirada tuvieron complicaciones en las operaciones. El Confidencial ha contado el caso de María Ángeles, que falleció después de que le retiraran el dispositivo.