10 Oct Becerra reclama en el Parlamento Europeo políticas de prevención de la radicalización centradas en la mujer

La vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Beatriz Becerra (ALDE), ha impulsado hoy una audiencia acerca del papel de la mujer en los procesos de radicalización y en el terrorismo yihadista. En el evento han tomado parte cuatro expertas: Dounia Bouzar, Directora General del CPDSI (Centre de Prévention contre les Dérives Sectaires liées à l’Islam), la periodista y escritora Alexandra Gil (autora de En el vientre de la yihad), Carola García-Calvo, analista senior sobre terrorismo del Real Instituto Elcano, y Charlotte Isaksson, Senior Gender Expert en Servicio Europeo de Acción Exterior.

Becerra ha recordado «la necesidad de una mejor comprensión de las características específicas de la radicalización y el extremismo de las mujeres», algo señalado por numerosos organismos y expertos.

La eurodiputada liberal ha señalado que «por una parte, las mujeres son una parte esencial para los grupos terroristas» como esclavas, pero también, «de forma creciente, como terroristas y guerrilleras ellas mismas».

«El otro aspecto esencial del papel de la mujer -ha señalado la representante española -es el que puede desempeñar como agente de cambio y como detector precoz de radicalizaciones». Y ha puesto el ejemplo de la reciente Nobel de la Paz Nadia Murad, con «su búsqueda de justicia para el genocidio yazidí y su encarnación de los males específicos que afectan a las mujeres víctimas del terrorismo yihadista».

Precisamente, Murad fue fundadora de la plataforma AWARE (Alianza de Mujeres contra la Radicalización y el Extremismo), impulsada por Becerra hace dos años para «colocar en el centro del debate» sobre prevención del terrorismo «precisamente a las mujeres».

La parlamentaria ha subrayado que «debemos darles las herramientas para que esa voz de alarma llegue a los canales adecuados y podamos detener y revertir el proceso. Esto mejorará la vida de sus comunidades, evitará que alguien destruya su vida y hará de Europa un lugar más seguro».

Por su parte, la periodista Alexandra Gil ha advertido contra el «peligro de perpetuar la idea de la radicalización por sexos concibiendo a la mujer como sujeto pasivo. La violencia en la mujer es igual que en el hombre como demuestran las conversaciones intervenidas en Telegram e internet». Gil ha lamentado la falta de «una política específica de género en materia de prevención contra la radicalización».

La analista y profesora García-Calvo ha informado de que «en el caso de las mujeres, el perfil de la radicalizada es más joven que el hombre y soltera. El primer caso de mujer radicalizada en España es de 2014. Siete de cada diez mujeres iniciaron su radicalización entre 2014-15 por la llamada explícita del califato a la mujer».

También ha recordado que «en la base de datos del Real Instituto Elcano no hay ni un caso de autoradicalización. Todas se radicalizaron en compañía de otras, un guía que las fue llevando hacia esta realidad binaria: con nosotros o contra nosotros».

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