13 Dic UPyD tilda de “cobardía” la intención de Juncker de retirar la directiva de baja por maternidad
La eurodiputada de UPyD Beatriz Becerra denunció hoy la “cobardía” del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, por estar dispuesto a retirar dos directivas importantes para la igualdad de género como son la de baja por maternidad y la que busca ampliar al 40% el número de mujeres en los consejos de administración de grandes empresas en 2020.
Ambos proyectos se encuentran actualmente atrapados en la mesa del Consejo de Ministros de la UE, donde los 28 los han paralizado por falta de acuerdo entre los Estados miembros.
«A la primera de cambio, Juncker, y su supervicepresidente Timmermans, desautorizan a sus comisarias, que, al estar en una minoría tan vergonzosamente alejada de la paridad, no podrán presionar…”, destacó Becerra.
En sus audiciones ante el Parlamento Europeo para superar el examen de entrada como comisarias, tanto la responsable de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, como la de Justicia, Vera Jourova, se comprometieron ante los eurodiputados con la reactivación de ambas directivas. Ahora, para sus superiores “garantizar la igualdad y los derechos de la mayoría de los ciudadanos europeos o la preservación del medio ambiente les parece descartable…”, lamentó la política de formación magenta.
“Y lo hacen por cobardía y desaliento, por no dar la batalla ante un Consejo que bloquea y paraliza hasta la momificación lo importante, y vacía de contenido al Parlamento Europeo. Es una retirada y una involución, propia del espíritu viejo del bipartidismo rampante con el que ha nacido”, agregó.
El proyecto de directiva de baja por maternidad, que lleva bloqueado ya cuatro años, establece un mínimo común para todos los países de la UE de 20 semanas, por encima de las 14 que ahora marca la norma vigente, o las 16 que aplica España.
Por su parte, la norma que quería incrementar hasta el 40% el número de mujeres en los consejos de administración lleva estancada desde 2012, bajo la presión de Alemania y Reino Unido. El Parlamento Europeo se había pronunciado a favor de ambas directivas.