Los Goya de Pancho

15 Feb Los Goya de Pancho

 

Cuatro meses como cuatro soles de invierno separan este post del último que aquí dejé en 2010, todo tan lejos y tan cerca en esta espiral de tiempo comprimido en el que vivo. Y la razón de mi vuelta no es precisamente jalear San Valentín, sino hablar un poco del espectáculo de nuestro cine anoche.

Loterías del Estado, una de las últimas joyas de la abuela en proceso de liquidación a cargo del Dilapidador, patrocinó de nuevo anoche la parranda ombliguera de los mismos de siempre, los bailones del único sector cuya actividad y fiestas de autohomenaje financiamos los contribuyentes de nuestros ya tristísimos bolsillos. Veinticinco años apelando desvergonzadamente a una fábrica de sueños patria para la que el público está a la cola de sus prioridades. Un cuarto de siglo quejándose de la invasión yanqui y de la incomprensión de los gobiernos, reivindicando el apoyo a una industria imposible en cuanto subvencionada, endogámica y tramposa en su inexistente práctica empresarial: no riesgo, no inversión, no competencia por cautivar a los clientes-espectadores.

Anoche, los pasos de las actores-estrella y ministros estrellados sobre la alfombra roja de Loterías se vieron animados por los pitidos y abucheos de cientos de Anonymous que, pancartas y caretas V de Vendetta en ristre,  gritaban lindezas del tipo “Cero Zapatero”, “Libertad en la red”, “Fuera, fuera, fuera”, “Contra Sinde, el pueblo no se rinde”, “No sois artistas sois carteristas” o”Sinde Sinde Sinde sin vergüenza”. Sorprendentemente, las cámaras de TVE, la tele que también pagamos todos y que cubría por tierra y aire los fastos, no los vieron.  Servicio público ante todo.

La emisión de la larguísima gala obtuvo una magnífica audiencia, espoleada por la polémica previa Sinde-de la Iglesia y el esperado discurso del Presidente de la Academia, que no defraudó: digno, entero y contundente, asumiendo por adelantado el castigo al que su profética “Balada triste de trompeta” iba a ser sometida a la hora de los premios, Alex de la Iglesia pidió respeto a los espectadores, recordó que los internautas son ciudadanos y que internet no es el futuro, sino el presente.

4.236.000 de espectadores. Bien por Loterías, omnipresente y juguetona como corresponde, encarnada en el (probablemente) más sabio y elegante de los asistentes: Pancho, el lindo perro protagonista de sus celebrados spots.

Loterías del Estado, balada triste de los bombos que giran tras la lluvia ácida de este gobierno desmantelador, enterrada en vida bajo las ofertas a cuál más biutiful que se agolpan sobre la mesa del usurero, sí, arrampla con lo que puedas y haz caja antes de irte, no importa cuántos años de pan negro nos esperen… que todo en la vida es cine, y los sueños cine son.