#ECIDay: por una iniciativa más ciudadana, completamente europea

15 Abr #ECIDay: por una iniciativa más ciudadana, completamente europea

Con motivo de la celebración del día de la Iniciativa Ciudadana Europea, algunas propuestas de mejora sobre el mecanismo

Hoy celebramos el tercer aniversario de la entrada en vigor de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE). Introducida por el Tratado de Lisboa, la ICE fue concebida como instrumento esencial para hacer de la democracia directa una realidad a nivel europeo. Pero lo cierto es que en el recorrido de estos tres años ha habido más sombras que luces.

De 51 solicitudes registradas, nada menos que 20, el 40%, fueron rechazadas por no cumplir criterios de admisibilidad. Y, a día de hoy, sólo tres de las admitidas han logrado cumplir todos los requisitos. Por si no los conocen, se los describo brevemente para que valoren su dificultad

Como condición y paso previo, el promotor de una ICE ha de crear un Comité de Ciudadanos compuesto de un mínimo de siete ciudadanos de la UE de Estados miembros diferentes e inscribir su iniciativa, que ha de tratar sobre un ámbito en el que la Comisión sea competente, en el registro web correspondiente. En un máximo de dos meses, el promotor recibirá respuesta sobre la admisibilidad de su propuesta.

Una ICE necesita recoger un millón de firmas en 12 meses y al menos siete Estados miembros. Una vez recopiladas las declaraciones de apoyo, éstas deben ser certificadas en cada Estado miembro en el que se hayan recogido las firmas, sean electrónicas o en papel. Las autoridades nacionales disponen de tres meses para certificar el número de declaraciones válidas.

Y, en el plazo de otros tres meses a partir de la presentación de las certificaciones, los promotores se reunirán con representantes de la Comisión para explicar detalladamente las cuestiones que plantea su iniciativa y podrán, asimismo, presentar su iniciativa en una audiencia pública organizada en el Parlamento Europeo. Finalmente, la Comisión examina la iniciativa y adopta una respuesta oficial especificando las medidas que se propone adoptar y las razones para hacerlo.

Una tarea de titanes cívicos, sin duda.

De las tres ICEs que lograron cumplir todo lo anterior, dos ya han recibido una respuesta de la Comisión: Right2Water, por el derecho del agua y el saneamiento como derecho humano. y Uno de nosotros, sobre la protección jurídica de la vida y la dignidad humana. La tercera, Stop Vivisection, que exige prohibir la experimentación con animales en el campo de la investigación biomédica y toxicológica, está siendo examinada actualmente por la Comisión, que deberá dar respuesta antes de junio de este año. Hay, además, otras tres ICEs en fase de recogida de firmas de apoyo.

Desde luego, nadie dijo que abrir el camino para la democracia directa fuera un empeño fácil, pero es obligación de las instituciones europeas involucradas convertirlo en un camino transitable, visible y viable.

Tres años después, es momento de evaluar los resultados y hacer los ajustes necesarios en el marco regulatorio que le es de aplicación.

El pasado febrero, las Comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones del Parlamento Europeo, como parte del proceso de elaboración de un informe sobre la reforma del reglamento de la ICE, organizamos conjuntamente una Audiencia Pública sobre el estado de la cuestión. La jornada supuso un riquísimo y estimulante intercambio de información, propuestas y sugerencias con promotores, sociedad civil, instituciones relacionadas y, por supuesto, con la Comisión Europea en su representación mas relevante, la del vicepresidente Frans Timmermans -a cargo de Ciudadanía entre las enormes competencias de su amplísima cartera- y con la oficina de la Defensora del Pueblo.

Tal y como prevé el Reglamento, el 1 de abril de 2015 (y así lo hará cada tres años), la Comisión presentó su informe de evaluación. Y el informe conjunto de Asuntos Constitucionales y Peticiones del Parlamento Europeo sobre la reforma del reglamento de la ICE, del que somos ponentes respectivamente mi colega György Schöpflin y yo misma, pretendemos que sea un potente catalizador para poner en marcha las mejoras que consideramos relevantes.

El proceso de debate en Comisión y posterior votación en pleno nos llevará hasta principios de otoño, pero permítanme aprovechar este Día de la ICE para celebrarlo avanzándoles algunas de estas propuestas de reforma y mejora:

Transparencia y rendición de cuentas

  • Contacto y seguimiento transparente por parte de la Comisión para con los organizadores durante la fase de análisis de las ICEs (dos meses iniciales) y obligatoriedad de una justificación detallada y suficientemente motivada del rechazo de una ICE.
  • Asesoría legal a cargo de la Comisión, que es quien decide sobre la admisibilidad de las propuestas.
  • Comunicación pública y proactiva de la evolución de todo el proceso.

Igualdad de trato, compromiso y eficiencia institucional

  • Ventanilla única (‘one-stop-shop’) en las instalaciones ya existentes de las instituciones europeas de los Estados miembros, para información y registro de todas las acciones vinculadas a la ciudadanía europea: no solo ICEs, sino también peticiones y quejas a la Defensora del Pueblo.
  • Apoyo legal, lingüístico (con opción de asesoramiento y documentación en todas las lenguas oficiales de la UE) y de interpretación, no sólo en Bruselas, sino al menos en todos los Estados miembros

Armonización de requisitos de recogida de firmas entre Estados miembros

  • Creación de un ID europeo (para acreditar la identidad de un ciudadano europeo que desea ejercer como tal, nada como un identificador europeo).
  • Creación de un Registro Europeo que homogenice los registros y censos de todos los Estados miembros para facilitar el trabajo a los promotores de las ICEs.
  • La UE debería tener acceso al censo electoral completo de sus ciudadanos: un gran primer paso en el proceso de integración política, que en un futuro podría adquirir también otras usos.

Publicidad, promoción e incentivación

  • Optimización de la comunicación de las nuevas iniciativas y seguimiento y estimulación de las que están en curso, a través de ‘partnership’ de las instituciones europeas con redes de éxito en activismo social y ciudadano como Change.org
  • Reembolso de gastos a los promotores una vez superado un número de firmas significativo: la incertidumbre que supone la inversión de capital sin perspectivas de poder recuperarlo es un desincentivo importante para muchos promotores.
  • Las Audiciones en el Parlamento Europeo sobre las ICEs deberían ser organizadas por una comisión neutral, como podría ser la Comisión de Peticiones, titular relaciones con la ciudadanía.

Garantía de relevancia y participación política

  • Una ICE debería poder plantear propuestas que impliquen modificaciones en los Tratados, en el ámbito de lo especificado en el artículo 48 del Tratado de la UE.

Hoy es un buen día para celebrar que hace tres años los europeos nos planteamos un reto apasionante y una gran oportunidad. Es un buen día para reconocer el enorme valor, la generosidad, la resistencia y el empeño cívico de los organizadores. Es un buen día para no darnos por vencidos, para comprometernos a mejorar todo lo mejorable y para exigirnos, en definitiva, estar a la altura de lo que significa la ciudadanía europea.